Los variadores de frecuencia (VFD) siguen creciendo en popularidad, en aplicaciones mecánicas permiten ajustes que no sería posible lograrlos con otros métodos.

Bajo este escenario, el trabajo minero exige equipos robustos y resistentes, tanto en su construcción como en su funcionamiento, que sean de fácil programación y flexibles, de modo que puedan garantizar la continuidad operacional de los procesos productivos.

Asimismo, muchas empresas buscan reducir su consumo energético y, por lo tanto, ahorrar costos y aumentar la competitividad.

Gracias a los avances de los últimos años, la nueva generación de variadores de frecuencia (VDF) cumple cabalmente con estos requisitos, permitiéndoles, además, incorporar nuevas tecnologías a sus líneas de producción. “La innovación tecnológica está íntimamente relacionada con la eficiencia energética, para lo cual utilizamos los VDF. Hay algunos procesos que, en ciertos períodos de tiempo, no necesitan trabajar a carga completa y es aquí donde es importante el uso de estos equipos”, explicó Luis Hurtado, Director de ALLSAI en Latinoamérica.

La implementación, montaje, configuración y mantenimiento de un variador de frecuencia son tareas que requieren la participación de personal calificado. En ese sentido, y de acuerdo a Hurtado, las prácticas deseables a la hora de instalar un variador serían: canalización dedicada, a fin de evitar interferencias electromagnéticas; uso de filtros, para no contaminar la instalación eléctrica y  la correcta ventilación, que aplica para todo equipo.

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